"El presidente (ucraniano Petró) Poroshenko habla de esto (el envío de la misión) pero todavía no ha presentado propuestas concretas", dijo Zannier a los periodistas.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aclaró que no se trataba de crear una misión policial sino de armar a los observadores de la OSCE que velan por el cumplimiento del alto el fuego en la línea de separación entre las tropas ucranianas y las milicias.
Desde las repúblicas autoproclamadas de Donestk y Lugansk han rechazado rotundamente el envío de cualquier contingente armado en la zona.
En abril de 2014, Kiev lanzó una operación militar en las provincias de Donetsk y Lugansk para ahogar los focos de indignación por el cambio de poder violento ocurrido en el país en febrero de ese mismo año.
El arreglo de la situación en Donbás se debate, en particular, en el marco del Grupo de Contacto de Minsk (Rusia, Ucrania y la OSCE), que desde septiembre de 2014 aprobó tres documentos que reglamentan los pasos a dar para lograr la distensión.
Se acordaron varias treguas, pero ambos bandos del conflicto denuncian regularmente violaciones del alto el fuego.