El Ministerio de Defensa de Alemania teme que la parte turca, "guiada por la ira", ponga dificultades a la ejecución de los proyectos conjuntos, y en el peor de los casos, los cancele, advirtió el columnista alemán.
"A pesar de que Turquía es un socio de Alemania, los turcos, en especial el presidente Recep Tayyip Erdogan, se consideran caprichosos e impredecibles".
Los aviones de reconocimiento alemanes ya llevan varios meses saliendo de la base turca todos los días. Sin embargo, las negociaciones formales sobre su presencia en Incirlik todavía no han finalizado. El proceso de negociación ha sido lento, y los nuevos acontecimientos no lo facilitarán, señaló el autor.
Sin embargo, actualmente los buques de guerra están patrullando solo una parte del Egeo. Dado que Alemania encabeza esta operación, las negociaciones sobre la ampliación de la misión pueden complicarse aún más. En el peor de los casos, la misión naval en la zona puede fracasar, advirtió Gebauer.
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Ankara, por su parte, protestó la decisión. El mandatario turco declaró que la resolución afectaría seriamente las relaciones turco-alemanas, y el vice primer ministro, Numan Kurtulmus, calificó la decisión del Bundestag como un "error histórico".