El Parlamento de Alemania aprobó una resolución que declara como genocidio la masacre de los armenios en 1915 y 1916 por el Imperio Otomano.
La resolución fue aprobada por la mayoría de los diputados, con una abstención y un voto en contra.
Turquía rechaza tradicionalmente las acusaciones de genocidio, alegando que las víctimas de la tragedia de 1915 fueron ambos pueblos, el armenio y el turco.
Armenia insiste en el reconocimiento del genocidio por la comunidad mundial, y el hecho ya fue aceptado por muchos Estados, entre ellos Rusia, así como por el Parlamento Europeo y el Consejo Mundial de las Iglesias.