"Tu pregunta está llena de prejuicios contra China. No sé de dónde vienen. Es totalmente inaceptable", ha respondido con evidente enojo Wang durante una rueda de prensa en Canadá junto a su homóloga, Stephane Dion.
"El resto de la gente no conoce tan bien como el pueblo chino cual es la situación de los derechos humanos en China y es el pueblo chino el que está en la mejor situación para hablar sobre la situación de los derechos humanos", continuó Wang, quien tildó de "irresponsable" la pregunta y rechazó sus acusaciones "sin base".
El ministro aprovechó para soltar el argumentario habitual en estos casos que incluye la salida de la pobreza de 600 millones de personas o la inclusión de los derechos humanos en la Constitución.
Canadá forma parte de un pequeño grupo de países como Australia, Estados Unidos o Alemania que mantienen una postura férrea contra las violaciones de derechos humanos en China.
Dion explicó que habían mantenido "francas" conversaciones sobre Kevin Garratt, un canadiense que regentaba un popular café en Dandong, en la frontera con Corea del Norte.
Garratt, que habría ayudado a desertores norcoreanos, fue detenido en 2014 bajo las acusaciones de espionaje.