Propuesta por la senadora del Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB), Simone Tebet, la decisión fue duramente criticada por el exministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, quien como responsable de la defensa de Rousseff consideró los nuevos plazos como una maniobra del PMDB para dificultar su labor en la recolección de pruebas.
Según los argumentos de Lira y Tebet, ambos del PMDB, el proceso de impeachment deberá seguir los plazos habituales establecidos en el Código de Proceso Penal (CPP), sin embargo, estos plazos tan ajustados convertirían el juicio a Rousseff en algo completamente diferente al proceso que se efectuó sobre el expresidente Fernando Collor en 1992.
"La medida solo revela el deseo de acortar en la medida de lo posible el proceso de impeachment", sentenció Cardozo quien en la noche del miércoles entregó el documento de 370 páginas por el que intentará su absolución de Rousseff argumentando que las ultimas grabaciones demostraron la existencia un "desvío de finalidad" en el proceso iniciado por el expresidente de la Cámara baja, Eduardo Cunha.
"Todos ustedes acompañaron la divulgación de las grabaciones que serán empleadas en el acuerdo con la justicia del expresidente de Transpetro, Sérgio Machado. Las conversaciones muestran claramente la intención de que el impeachment ocurriese ante la preocupación de segmentos de la clase política con las investigaciones de la Lava Jato", declaró Cardozo el miércoles.
Sin embargo, debido a que la última palabra sobre el proceso deberá recaer ahora en el magistrado Lewandoski, quien dirigirá las sesiones en el Senado durante todo el proceso como representante de la Corte Suprema, existe la posibilidad de que todo el proceso sea adelante en unos 20 días por lo que la primera votación del "impeachment" en la Cámara alta ocurriría el 12 de julio.