"Es un documento secreto. El Gobierno encabezado por Poroshenko lo firmó de espaldas al Parlamento y al pueblo de Ucrania", aseguró la líder del partido Batkivschina.
El texto en cuestión impone, según Timoshenko, toda una serie de medidas económicas perjudiciales para el devenir del país, como el incremento en las tarifas de gas y electricidad, así como la reducción general del número de maestros y médicos, además de la abolición de la jubilación preferencial para estos dos colectivos.
Otros diputados también se expresaron en contra de la "conspiración" con el FMI, que ya ha derivado en la duplicación del precio del gas a partir del 1 de mayo, y de un aumento de casi el 50% de los servicios de agua caliente y calefacción.
El líder del Partido Radical, Oleg Liashkó, aseveró que las medidas de austeridad del FMI obligarán a Kiev a "renunciar al pago de las pensiones o, si no, a introducir la eutanasia para los jubilados".
Se espera que el FMI conceda a Ucrania un crédito por valor de 1.700 millones de dólares. El requisito para obtener el préstamo es que el país eslavo apruebe en julio un programa de financiación.
El monto se aleja dramáticamente de las expectativas iniciales, pues Poroshenko había declarado en enero que confiaba en recibir 7.000 millones de dólares de la organización.