"En la actualidad, la OTAN está intentando desatar una confrontación en el mar Negro (…) tomaremos todas las medidas para neutralizar las posibles amenazas y las tentativas de presión militar a Rusia desde el sur", dijo en una entrevista al diario Rossiyskaya Gazeta.
"Sin embargo, la OTAN entiende perfectamente que el mar Negro nunca pasará a ser un 'lago de la OTAN'", destacó.
Grushkó sostuvo que las relaciones entre Rusia y la Alianza Atlántica continúan empeorando.
"Según los resultados de la reciente reunión entre los ministros de Exteriores de la OTAN, la Alianza mantiene su política de contención de Rusia, pese a sus propios llamamientos al diálogo político", añadió.
Grushkó señaló también que el rechazo del Acta Fundacional Rusia-OTAN de 1997, que exigen algunas fuerzas políticas en varios países miembros de la Alianza, sería una "invitación directa a una nueva etapa de la carrera armamentista".
"Este escenario desestabilizaría significativamente la situación en Europa y no responde a los intereses europeos", manifestó.