"La mayoría de las personas que llevan mucho tiempo en la ciudad se ha acostumbrado a las noches blancas, pero una cuarta parte sufre de la ansiedad y el insomnio", explicó el científico.
Según Shcheglov, los nuevos visitantes, cuyos cuerpos están todavía en fase de adaptación, son los que más padecen el fenómeno natural.
Los representantes de la Unión Rusa de la Industria de Viajes indican que el periodo de las noches blancas coincide con la temporada alta de turismo, lo que se debe al buen clima y a las temperaturas favorables, que atraen a los visitantes.
Las noches blancas —periodo de tiempo en el que el crepúsculo dura toda la noche debido a la inclinación del eje de la Tierra- ocurren en las primeras semanas de junio y duran hasta la primera quincena de julio en las regiones norteñas de Rusia, Suecia, Noruega y Finlandia.