Lavrov señaló que el primer torneo de la Liga fue una prueba, porque la iniciativa de llevar a cabo el evento se anunció hace solo unos meses y muchos equipos no tuvieron suficiente tiempo para organizar el proceso de selección de jugadores.
Sin embargo, "los primeros resultados han demostrado que la Liga Popular de Fútbol tiene un futuro muy prometedor", afirmó el ministro.
Para acabar, el canciller ruso instó a que todo el mundo —independientemente de su edad— juegue a fútbol.
Poco después, el estadio Luzhniki acogió el partido de gala para promover la competición y la práctica de deporte, en el que el ministro jugó luciendo el número '7' en el equipo que acabó proclamándose vencedor.