La víspera, el presidente ruso, Vladímir Putin, al comentar el tema del arreglo en Donbás reafirmó que hace falta realizar una descentralización del Gobierno ucraniano y poner en marcha cuanto antes las leyes sobre la amnistía en Donbás y el estatus especial de esa región sin "aplazar bajo el pretexto de que alguien está disparando en la línea de separación".
"Turchínov subrayó que la respuesta a tal posición rusa debe ser el reforzamiento del potencial de defensa de nuestro Estado", según la entidad.
Moscú, según Turchínov, mostró que no planea cumplir los acuerdos de Minsk que prevén, en primer lugar, el cese del fuego, la retirada de armas y el restablecimiento del control ucraniano sobre la frontera del este.
Moscú ha desmentido en repetidas ocasiones que esté implicada en el conflicto en Donbás, algo de que Occidente y Kiev no dejan acusarla.
En abril de 2014, Kiev lanzó una operación militar en las provincias de Donetsk y Lugansk para ahogar los focos de indignación por el cambio de poder violento ocurrido en el país en febrero de ese mismo año.
La ONU cifra en más de 9.000 el número de muertos y 21.000 el de heridos desde el inicio del conflicto ucraniano.
El arreglo de la situación en Donbás se debate, en particular, en el marco del Grupo de Contacto de Minsk (Rusia, Ucrania y la OSCE), que desde septiembre de 2014 aprobó tres documentos que reglamentan los pasos a dar para lograr la distensión.