La víspera, el presidente ruso, Vladímir Putin, al comentar el tema del arreglo en Donbás reafirmó que pasa por el pleno cumplimiento de los acuerdos de Minsk, que prevén en particular una reforma constitucional en Ucrania.
Además, es necesario, según Putin, poner en marcha cuanto antes las leyes sobre la amnistía en Donbás y el estatus especial de esa región sin "aplazar bajo el pretexto de que alguien está disparando en la línea de separación".
Poroshenko afirmó que sus "socios de la Unión Europea, EEUU y toda la coalición proucraniana apoyan esta posición de Ucrania".
Resaltó que la seguridad de la frontera del este y el restablecimiento de control ucraniano son las cuestiones prioritarias en el cumplimiento de los acuerdos de Minsk.
A su vez, el líder de la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD), Alexandr Zajárchenko, rechazó la aplicación de las leyes de Ucrania en el proceso electoral.
"No quiero bailar al son que toca Ucrania (…) Ni toleraremos aquí ningún partido político ucraniano", afirmó Zajárchenko.
Las elecciones, apuntó, se realizarán según las leyes de la RPD.
Las hostilidades dejaron un saldo de casi 9.200 muertos, en su mayoría civiles y 21.000 heridos, según datos de la ONU.
El arreglo de la situación en Donbás se debate, en particular, en el marco del Grupo de Contacto de Minsk (Rusia, Ucrania y la OSCE).
Se acordaron varias treguas, sin embargo, los bandos del conflicto se acusan regularmente de abrir fuego.