Poco tiempo después se logró determinar que los objetos que interferían en las rutas de los aviones civiles eran en realidad aviones de reconocimiento estadounidenses RC-135.
Varios expertos han confirmado que tales acciones son inadmisibles desde el punto de vista de la seguridad aérea. A pesar de que los aviones no violaron las fronteras rusas, el incidente fue reconocido por el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Igor Konashenkov, quien aseguró que " representó una amenaza real que podría haber tenido consecuencias catastróficas".
Tolbóyev ha explicado que ocupar las rutas de vuelos destinadas a los aviones civiles está totalmente prohibido por la Organización de la Aviación Civil Internacional.
"Los pilotos rusos son más disciplinados. Se explica además con el hecho de que los pilotos rusos realizan vuelos de inteligencia en raras ocasiones. Rusia realiza uno y los norteamericanos diez. Infringen las normas no solo en el Lejano Oriente, sino en todo el mundo", ha agregado el piloto.
Sin embargo, el portavoz del Mando del Comando del Pacífico de Estados Unidos ha dicho por su parte que "no había ningún peligro de colisión".
"En 1990, EEUU no realizaba vuelos de reconocimiento sobre Rusia porque en aquel tiempo las tropas de Rusia eran débiles. Ahora, Washington ha intensificado la inteligencia aérea, preocupándose por el resurgimiento del poder militar de Rusia", ha afirmado el experto Vladislav Shurygin a la cadena rusa Zvezda.
Durante el último mes los aviones de reconocimiento estadounidenses se han aproximado a las fronteras rusas más de nueve veces, no solo en la región del Lejano Oriente sino también en el mar Báltico y Negro.