"EEUU trabaja para aflojar la prohibición internacional de armas biológicas y aumenta las infraestructuras biológicas militares que despliega en numerosos países, incluido a lo largo de las fronteras con Rusia", dijo Riabkov.
"La actividad de los laboratorios estadounidenses en el territorio de otros Estados tiene carácter secreto, no hay garantías de que los agentes biológicos no lleven a cabo allí una actividad prohibida", agregó.
Asimismo, resaltó que Moscú considera que la BWS debe convertirse en "un escudo más seguro para la amenaza del uso de agentes biológicos como armas".
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"Hemos preparado una serie de propuestas prácticas para el fomento del régimen de la BWS, estas iniciativas despertaron interés en numerosos Estados, sobre todo, en aquellos en vías de desarrollo", señaló y agregó que los coautores de una de las propuestas claves de Rusia son China, Bielorrusia y Armenia.
Misiles de mediano y largo alcance
La situación con EEUU en relación al Tratado sobre Misiles de Medio y Corto Alcance (INF según sus siglas en inglés) sigue siendo tensa, según Riabkov.
"La pretensiones estadounidenses se discutieron en múltiples ocasiones a diferentes niveles, pero resulta imposible resolver el conflicto debido a la reticencia que muestra EEUU a avanzar, así como a brindarnos información sobre sus quejas, tan imprescindible para continuar el diálogo", dijo.
El vicecanciller ruso subrayó que Moscú formuló serias críticas sobre el cumplimiento de ese pacto por parte de Washington.
El Tratado INF fue rubricado por EEUU y la URSS en 1987 y entró en vigencia al año siguiente.
Las partes se comprometieron a destruir por completo sus misiles de alcance medio (de 1.000 a 5.500 kilómetros) y corto (de 500 a 1.000 kilómetros).
Para 1991 el Tratado fue cumplido y hasta el año 2001 se llevaron a cabo varias inspecciones mutuas.