Tras haber escuchado las amenazas sobre los ataques nucleares, un hombre decidió construir lejos de la civilización una especie de cueva-refugio, la cual le ayudaría a sobrevivir al apocalipsis.
En el refugio hallado por los policías había todo lo necesario para la vida de una persona: una estufa, combustible, acumuladores y paneles solares.
De acuerdo con el diario Rossiyskaya Gazeta la policía local visitó la selva después de que un habitante local llamara a la oficina y comunicara que había encontrado la peculiar vivienda con signos de tala ilegal.
Al ser detenido, el 'Robinson' contemporáneo de 38 años de edad declaró que la primera casa subterránea "no le salió bien y se cayó bajo el peso de la arena". Así que el hombre decidió cortar árboles más anchos para levantar "una construcción más resistente".
Entendiendo que para poder vivir a solas era necesario comprar mucho equipamiento, el ermitaño ruso consiguió varios créditos. Sin embargo, subrayó a la policía que no pensaba pagar su deuda, dado que estaba seguro de que "pronto llegaría el fin del mundo".
Hoy en día, el 'Robinson' se encuentra en prisión y enfrenta un castigo de hasta tres años por tala ilegal.