"Saben los señores que hemos sido víctimas de agresiones. Sé como funciona eso, la agresión psicológica para ver si se amedrenta al gobierno. No tenemos la menor preocupación con eso, es más, hago estos comentarios para demostrar que no le tenemos que dar más importancia", resumió Temer.
El pasado lunes los parlamentarios del Partido de los Trabajadores (PT) y el Partido Comunista de Brasil (PCdoB) recibieron al presidente interino en la entrada del Congreso Nacional con gritos de "golpista" referentes a la grabación del ministro de Planificación, Romero Jucá, en la que habló de un pacto para detener las investigaciones de la Operación Lava Jato.
Cabe recordar que el Congreso Nacional de Brasil votará este martes la nueva meta de déficit fiscal para 2016 propuesta por el gobierno interino y que ascenderá a 170.500 millones de reales (unos 47.901 millones de dólares), el peor resultado en la historia de las cuentas públicas del país pero que, según Temer, evitará daños mayores en el futuro.
La nueva meta fiscal deberá substituir a la meta propuesta por el equipo económico de la presidenta suspendida Dilma Rousseff y que ascendió a 96.650 millones de reales (unos 27.153 millones de dólares) después de que su gobierno iniciase el 2016 con un objetivo de superávit fiscal de 24.000 millones de reales (unos 6.782 millones de dólares).