Al recordar que los controladores aéreos perdieron contacto con la aeronave en la madrugada del 19 de mayo, Stratfor señala que "ahora estamos prácticamente fuera del marco temporal en el que grupos yihadistas suelen reivindicar los ataques".
Los principales actores yihadistas con la capacidad y la voluntad de derribar el avión de EgyptAir, el Estado Islámico y Al Qaeda, disponen de una sofisticada red de relaciones públicas y medios de comunicación para reclamar la autoría rápidamente, como ocurrió con los ataques de Bruselas, San Bernardino, Yakarta, y París o la catástrofe del avión ruso sobre la península del Sinaí en 2015.
"Una explicación más siniestra, pero menos probable es que un grupo terrorista ha descubierto una nueva forma de atacar aviones y está ocultando su implicación con el fin de repetir el ataque en otro lugar", aventura Stratfor.
La ausencia de reclamaciones de autoría podría aliviar los temores de un ataque terrorista, pero en el peor de los casos, también podría ser un signo de más ataques en el futuro, advierte la agencia.
A bordo viajaban 66 personas, entre ellas 30 egipcios, 15 franceses y nacionales de una decena de países más.
En el Mediterráneo continúa la operación de búsqueda que corre a cargo del Ejército egipcio, ayudado por equipos de rescate de Francia, Grecia, Chipre, Italia y Reino Unido.
Los militares egipcios anunciaron el viernes que habían hallado restos del avión y pertenencias de los pasajeros a 290 kilómetros al norte de la ciudad de Alejandría.
El ministro de Exteriores de Francia, Jean-Marc Ayrault, declaró el sábado en una rueda de prensa que por el momento se están examinando todas las hipótesis y ninguna se privilegia.