"Es una manifestación pacífica, hay muchas actividades y reina el buen ambiente", señaló a Sputnik Nóvosti un portavoz de las autoridades locales.
En liza está la solicitud de la compañía británica Third Energy para fracturar hidráulicamente en una aldea del pintoresco y tradicional distrito de Ryedale.
La oposición local es enorme y los residentes han formado el colectivo de presión y protesta 'Frack Free Ryedale', activo en el terreno y en las redes sociales.
Entre ellas, la Baronesa McIntosh, que fue diputada de la región por el Partido Conservador, mencionó la "posible industrialización a masiva escala", el riesgo de contaminación del agua o el "impacto en las carreteras rurales" entre sus objeciones a la exploración y producción de gas de esquisto en la región.
La mayoría de opositores incidió en el negativo impacto de la operación con fracking en el turismo, principal sostén económico del distrito junto con la agricultura y la ganadería.
"El interés del público ha sido tan fuerte que juzgamos necesario alargar la sesión hasta el lunes, los concejales debatirán entonces entre ellos antes de proceder con la votación", explicó el portavoz municipal.
La suspensión fue motivada por una serie de temblores de tierra que se registraron en la región de Lancashire, en el noroeste de Inglaterra, en unas explotaciones de esquisto de la compañía Cuadrilla.
El Gobierno de David Cameron levantó el veto en 2012 y ha definido el fracking como industria de interés nacional.