Estos centros están repartidos en capitales de provincias y grandes ciudades y conectadas con el Centro de Investigación Contra el Tabaco situado en Pyongyang, según la agencia KCNA.
La última vez fue el pasado 15 de marzo cuando supervisaba el lanzamiento de un misil de larga distancia, según la agencia Yonhap.
Se desconoce si Kim, un reconocido fumador empedernido, ha dejado de fumar.
El líder tiene un tono de voz muy grave y la dentadura amarillenta, síntomas habituales del tabaco.
La agencia norcoreana asegura que el país está trabajando en el desarrollo de sustitutos del tabaco y ha reducido el área dedicada a su plantación "lo máximo posible".
Los esfuerzos de pasados años han dado sus frutos porque "cada día que pasa hay más exfumadores", señala la KCNA.
La producción de tabaco es enteramente estatal en Corea del Norte y las cajetillas llevan advertencias sobre los riesgos para la salud.
Corea del Norte, un país paria en la comunidad internacional, participó en la Convención sobre el Control del Tabaco de la Organización Mundial de la Salud en 2005 y ha organizado varios actos en los Días Mundiales contra el Tabaco.