La prensa occidental ha dedicado portadas y grandes despliegues al acontecimiento en flagrante contraste con el gremio chino, que ni en las vísperas ni ayer, día del aniversario, hizo mención alguna.
El medio entiende todas las discusiones que ha provocado el aniversario en la red y en la sociedad pero señala que eso no indica que haya división a la hora de juzgarla.
"La sociedad china comparte más consenso que divergencias en el examen de aquella parte de la Historia", sostiene.
Pekín ya condenó en 1981 la Revolución Cultural y desde entonces, afirma el editorial, generaciones de líderes y ciudadanos han comprendido la necesidad de oponerse a los valores de aquella época.
"No es posible que una revolución como esa se repita. La década de calamidades causó graves daños y dejó un dolor permanente a muchos chinos", añade el diario.
China ha permitido en los últimos años un paulatino levantamiento del tabú sobre la Revolución Cultural pero su examen no trasciende el oficialismo y las menciones a ese periodo suelen aprovecharse para recordar a la población los peligros de la inestabilidad.
Las continuas llamadas oficiales a la paz social nacen en ese periodo y son bien recibidas por una sociedad aún traumatizada.
"Durante los últimos años, muchos países en vías de desarrollo han sufrido conflictos civiles, pero no China. Una razón importante es que las lecciones que la Revolución Cultural nos enseñó nos han dado cierta inmunidad. Nadie teme la agitación ni desea la estabilidad más que nosotros", termina el editorial.