"Respecto a la seguridad europea, compartimos la inquietud por los intentos de nuestros colegas de la OTAN de imponernos antagonismo y aproximar sus infraestructuras al este, cerca de nuestras fronteras", dijo el canciller ruso tras reunirse con su homólogo bielorruso, Vladímir Makei.
Lavrov agregó que "Rusia y Bielorrusia no son partidarias de esta política de confrontación".
La semana pasada, entró en servicio el sistema estadounidense Aegis Ashore en la base rumana de Deveselu, a unos 600 kilómetros al oeste de la península rusa de Crimea.
EEUU planea construir un puesto similar con radares y misiles interceptores en Polonia, en la base de Redzikowo, a unos 180 kilómetros del enclave ruso de Kaliningrado.
La OTAN sostiene que estas armas son para neutralizar el riesgo de ataques con misiles de corto y mediano alcance desde fuera del área euroatlántica, pero Rusia interpreta el aumento del potencial militar de la Alianza y el acercamiento de sus infraestructuras militares a las fronteras rusas como amenaza a la seguridad nacional.