La 61ª edición del Festival de la Canción de Eurovisión culminó anoche en Estocolmo con la victoria de la cantante ucraniana Jamala, con la canción '1944'; el segundo puesto fue para la participante australiana Dami Im, y el tercero, para el ruso Serguéi Lázarev.
La ucraniana Susana Jamalatdínova, procedente de la etnia de los tártaros de Crimea, que actuó en este concurso bajo el seudónimo de Jamala, desde el comienzo mismo figuró entre los pretendientes a ocupar los primeros puestos.
"Por la boca de Jamala habló el alma de los tártaros crimeos (…), la próxima edición de Eurovisión se celebrará en Ucrania, preferiblemente en Crimea, en nuestra Crimea ucraniana", escribió Timoshenko en la página web de su partido.
El diputado de la Rada Suprema (Parlamento ucraniano) por el partido presidencial "Bloque de Petró Poroshenko", Mustafá Nayem, a su vez afirmó que la celebración de Eurovisión en la patria histórica de Jamala, Crimea, "sería el triunfo de la justicia".
Las autoridades de Crimea agradecieron a la cantante por la "popularización de la cultura y la historia de los tártaros crimeos que viven en Rusia, a pesar de que fuera una victoria política".
Según declaró a RIA Nóvosti Alexéi Cherniák, el jefe del Comité de Turismo del Parlamento de Crimea, "nadie está en contra de la idea de celebrar Eurovisión en Crimea. Pero lo más importante es demostrar que en Crimea vive un pueblo unido y multinacional. La cultura debe estar por encima de la política”.
A pesar de que muchos observadores notaron en su texto una connotación política, los organizadores del certamen dieron el visto bueno para su interpretación, aunque las reglas de Eurovisión no permiten temas con contenido político.
La llegada de Jamala a Kiev se espera en la noche de este domingo.