El apartado comercial del Tratado de asociación con la UE fue aprobada en enero de 2016. Una de las cláusulas preveía la obligación de Kiev de reformar su legislación y las normas internas según el modelo de la Unión Europea. A cambio, ambas partes disminuirían o anularían la mayoría de los aranceles en el comercio bilateral, ha informado el autor del artículo.
Resulta que además de enfadar a Rusia, que aumentó las barreras comerciales como respuesta al acuerdo con UE —lo que causó el desplome de la exportación y la importación de bienes ucranianos—, el acuerdo comercial influencia negativamente en la balanza comercial de Kiev, ha escrito Bershidsky.
"Son malas noticias para un país cuyas reservas internacionales de 13,2 mil millones de dólares serían útiles solo durante menos de 3 meses para pagar por sus importaciones", ha explicado el artículo.
A la vista del acuerdo entre Ucrania y la UE, siendo en realidad un convenio de tasas y cuotas, este beneficia más a las empresas europeas.
Otro punto fuerte de las exportaciones ucranianas tradicionalmente han sido los metales. La situación positiva en el mercado mundial de los metales contribuyó al fortalecimiento de la divisa ucraniana —la grivna— ante el dólar estadounidense en abril de 2016, lo que ayudó a mejorar la balanza comercial del país. Sin embargo, a finales de mes, los precios se reestablecieron, y ahora no contribuyen tanto a la economía del país, ha afirmado el analista.
La estadística para la segunda parte del año probablemente va a demostrar el creciente déficit de la balanza comercial de Ucrania, puesto que las cuotas agroalimentarias se agotarán y no habrá nada con qué equilibrar la caída de las exportaciones, ha opinado Bershidsky.
"Las condiciones de los tratados de la UE con los países menos desarrollados a menudo favorecen más a Europa", ha destacado el autor.
Por ejemplo, hace unos 20 años Bruselas firmó el tratado de unión aduanera con Ankara, pero hoy en día Turquía tiene una balanza comercial muy negativa con Europa. No obstante, este efecto está aliviado por las inmensas inversiones europeas en Turquía que permiten al país otomano desarrollar sus sectores económicos y penetrar en los mercados de terceros países, ha admitido Bershidsky.
Los burócratas europeos ya advirtieron a los ucranianos de que no esperasen beneficios inmediatos del Acuerdo de asociación. Los expertos vaticinan el mejoramiento de la situación económica en unos cinco o diez años. Los más optimistas estiman este período en entre dos y cuatro años.
Pero Ucrania no está lista para recibirlas. Además del conflicto desestabilizador en el este del país, Kiev se enfrenta a la corrupción a gran escala y a un entorno desfavorable para las empresas, ha destacado Bershidsky.
Kiev sí puede sacar ventaja del acuerdo con la Unión Europea, pero solo si diseña reglas transparentes y lógicas para los inversores europeos y garantiza su cumplimiento, según el analista.
En caso contrario, este documento será una pesada carga para la economía al molestar a los negocios con Rusia y beneficiar solo a los exportadores europeos, en vez de a los ucranianos, ha concluido el autor.