"Nos preparamos a restablecer los procesos políticos pero solo serán posibles cuando en la línea de separación estén observadores armados de la OSCE para garantizar el cese del fuego al cien por ciento (…) cuando el control de la frontera ucraniano-rusa pase a la misión armada de la OSCE y, en una segunda etapa, a guardias de fronteras ucranianos", declaró Poroshenko en una ceremonia de toma de juramento a nuevos policías en la ciudad de Kramatorsk.
La restauración de Donbás, continuó, debe ser la máxima prioridad para Ucrania.
"He celebrado una reunión para reunir fondos importantes (a tales efectos), tanto asignaciones públicas como donaciones de países que son nuestros socios y de organismos financieros internacionales", señaló.
Las partes en conflicto retiraron las armas pesadas de la línea de separación, y continúan consultas regulares en el marco del llamado Grupo de Contacto Trilateral, pero no se han logrado grandes avances en lo concerniente a los apartados socio-económicos y políticos del acuerdo pactado en Minsk el 12 de febrero de 2015.
Las elecciones locales en ciertas áreas de las regiones de Donetsk y Lugansk y una reforma constitucional en Ucrania, uno de cuyos elementos centrales ha de ser la descentralización, debían haberse llevado a cabo hasta finales de 2015.
Hasta la fecha ninguna de estas cláusulas se ha plasmado sobre el terreno.