El periódico turco Birgün fue el primero en publicar la perturbadora noticia sobre los niños sirios, de entre diez y 14 años de edad, que habían sido víctimas de acoso sexual en el campamento de refugiados de Nizip, ubicado en la provincia turca de Gaziantep. Nizip, que alberga a miles de refugiados, fue promocionado por Turquía como un campo ‘ejemplar’.
En total, solo ocho niños de los treinta que sufrieron el acoso sexual se atrevieron a relatar el ataque a sus parientes. Muchas de las víctimas necesitan ayuda psicológica, mientras otros niños abandonaron el campo con sus familias después de sufrir los abusos.
El arrestado, identificado por las iniciales E.E., ha confesado haber abusado sexualmente de los menores. Sin embargo, E.E. ha negado conocer a cinco de las víctimas que han presentado demandas contra él. Además, denunció en su testimonio que uno de los niños le invitó él mismo al baño y le propuso tener relaciones sexuales con él a cambio de dinero.
Mientras tanto, en su testimonio ante la Fiscalía y la Corte turcas, una de las víctimas, de 12 años de edad, ofreció una versión diferente:
"E.E. me llevó al baño. Me ofreció 1,5 libras turcas —el equivalente a 0,5 dólares de EEUU— por tener un encuentro sexual conmigo. Me negué. Luego me violó. Pocos días después, me arrastró al baño e hizo lo mismo".
“De vez en cuando E.E. me invitaba a mí y mis amigos al baño. Una vez me ofreció 5 libras turcas por tener sexo con él. Yo lo rechacé y logre escapar. Luego conté lo sucedido a otros chicos. Ellos confirmaron haber experimentado lo mismo”, ha denunciado otra víctima.
Otros testimonios de los niños describen situaciones muy semejantes.
El violador confeso fue detenido el 5 de septiembre de 2015 por las fuerzas del orden y se encuentra actualmente en detención preventiva, esperando el juicio. Según las leyes turcas, el detenido podría enfrentarse a una condena de hasta 289 años de cárcel.
Se espera que durante la audiencia del 1 de junio de 2016, la Corte Penal presente su veredicto final.