El jefe de una empresa farmacéutica en Rusia, Jürgen König, ha asegurado que no siente temor a la crisis y las sanciones, además de subrayar la importancia del mercado ruso para Alemania:
"Rusia, con sus 140 millones de habitantes, es un mercado inmenso. Si añadimos a esta cifra la población de la Comunidad de Estados Independientes, estaremos hablando de 280 millones".
Otra empresa farmacéutica, Bionorica, tiene planeado lanzar su producción en el sur de Rusia en 2017, y la empresa Novartis ya construyó una fábrica en las inmediaciones de San Petersburgo.
"Llegó la hora de localizar la producción", ha dicho el representante de la cámara de comercio rusa, Antón Kalin, "Debido a la caída del rublo la producción aquí se ha hecho más barata y las exportaciones más rentables. Además, Rusia necesita de las nuevas tecnologías y por eso las empresas alemanas deberían ser más flexibles para no perder su oportunidad", ha agregado el economista.
Por ejemplo, la empresa Claas ya tiene sus instalaciones en Rusia desde hace tiempo. Está previsto que suscriba un contrato especial con el gobierno ruso. El artículo explica que se necesitarán inversiones adicionales de 9,5 millones de euros para el proyecto. De esta manera se confirmará que el productor ruso tiene acceso garantizado al mercado ruso. En el marco de este contrato, Moscú ha ofrecido además condiciones estables, prometiendo incluir al productor en la lista de compras estatales.