Imágenes de satélite muestran que la presa hidroeléctrica situada en la provincia de Yangang (cercana a la frontera china) tiene filtraciones debido a las grietas y el derrumbe de parte de sus muros, según la agencia surcoreana Yonhap.
El líder norcoreano había señalado la presa de Paektusan como prioritaria en la estrategia energética nacional el pasado mes de octubre y ordenado que fuera completada antes del Día de la Juventud (30 de agosto).
Algunos observadores ya habían denunciado que la construcción de la presa durante el invierno había causado docenas de muertes de trabajadores por carecer de la protección necesaria para el frío.
Las obras se habían acelerado en las últimas semanas para que estuviera lista antes del reciente congreso del Partido de Trabajadores de Corea.
El cónclave, el primero en 36 años, vino precedido de una campaña de 70 días en las que se obligó a la población a redoblar sus esfuerzos para lucir la mejor imagen.
El líder volvió a referirse a la presa durante el congreso como uno de los principales éxitos del programa industrial de la nación.
El porvenir de los responsables se intuye oscuro debido a la escasa tolerancia al fracaso de Kim Jong-un mostrada ya en otras obras que le disgustaron como la reforma del aeropuerto internacional de Pyongyang.
"El último percance puede provocar el castigo de los responsables por el daño que ha supuesto al liderazgo norcoreano", aseguró una fuente anónima a Yonhap.
La celeridad con la que hubieron de terminarse las obras es la causa de los problemas, añade: "Muchos de los proyectos que Corea del Norte quería exhibir han sido criticados por la mala calidad de su construcción".