El 27 de abril un decreto del presidente Nicolás Maduro implantó la medida de trabajar solo lunes y martes de cada semana en la administración pública y otras dependencias estatales hasta el día 13 de este mes, a la espera de que entrase la temporada de lluvias en el sureste y se recuperase el nivel del Guri, que está en cerca de su límite crítico.
"No hemos tenido las lluvias que esperábamos, la situación de Guri sigue siendo crítica y por eso apelamos a la conciencia del pueblo venezolano", dijo El Aissami.
Junto con la medida, que se traduce en un asueto de cinco días semanales para centenares de miles de empleados públicos, hay un racionamiento de cuatro horas diarias del servicio eléctrico en todo el país, excepto Caracas, y restricciones a grandes consumidores como los centros comerciales.
Por otro lado, la oposición enfatiza en que la prorroga en los asuetos puede enlentecer el proceso que lleva a cabo para solicitar un referendo revocatorio del presidente Maduro.
Venezuela demanda 15.500 Mwh (megavatio hora) de electricidad, pero no puede cubrirlos al no lograr que el Guri provea los 9.500 Mwh que se le asignan dentro de los planes de suministro, según indica el Ministerio de Energía Eléctrica.