Lavrov señaló que para muchos se convirtieron en "símbolos de voluntad, resistencia, la lucha por la soberanía del país, sus intereses vitales y la preservación de la identidad nacional del pueblo cubano y su derecho a tener su propio modelo de desarrollo".
El ministro destacó que el deshielo de las relaciones entre EEUU y Cuba parte de estos principios.
"La normalización de las relaciones entre Washington y La Habana refleja la comprensión de nuestros colegas estadounidenses de la falta absoluta de perspectivas de cualquier sanción y de profesar ideas de doble rasero en materia de DDHH", dijo.
Lavrov enfatizó que las sanciones están "condenadas al fracaso, no solo en el caso de Cuba sino también con el resto del mundo".
Uno de los cubanos, Gerardo Hernández, en nombre de sus compañeros y el pueblo cubano agradeció a Rusia el aporte a su liberación y los esfuerzos en plataformas internacionales por levantar el bloqueo estadounidense a Cuba.
Hernández junto con Ramón Labañino, René González, Antonio Guerrero y Fernando González se infiltraron en 1992 en las organizaciones anticastristas de Florida para "informar al Gobierno de Cuba sobre actos terroristas en preparación sin causar daños de tipo alguno a EEUU".
Ocho años después EEUU los descubrió y condenó a penas de cárcel entre los 15 años y dos cadenas perpetuas.
Dos de los agentes, Fernando González y René González, retornaron a la isla tras cumplir sus condenas y fueron recibidos como héroes.
El resto fue liberado en diciembre de 2014 a raíz del intercambio con el empresario estadounidense Alan Gross, como parte del inicio de restablecimiento de las relaciones entre ambas naciones.