El desplazamiento a un penal del norte del país, "ha sido oportunamente comunicado a los distintos jueces de amparo y en materia de procesos penales federales para la continuación debida de las causas penales y juicios de amparo correspondientes", promovidos por los abogados del principal narco, que se opone a un pedido de extradición hecho por EEUU.
El Gobierno de México explicó que "como parte de la estrategia de seguridad implementada de septiembre a la fecha, se han rotado a más de 7.400 internos en todo el país".
Otra parte de la explicación indica que "el traslado del interno se dio en razón de distintas obras para reforzar la seguridad del penal" que se realizan en el principal penal de alta seguridad, llamado también Número 1, en el altiplano central del país latinoamericano, de donde el jefe narco se escapó en julio pasado.
La Secretaría de Gobernación "reitera su compromiso con el respeto a los derechos humanos de este y todos los internos recluidos", una alusión relacionada con quejas del prisionero de supuestas violaciones a sus derechos, como la vigilancia con perros y la imposibilidad de dormir por los chequeos constantes.
Una de las explicaciones es que en México ha perdido todos los privilegios que le permitieron orquestar la fuga por el túnel, dotado con una motocicleta adaptada, camionetas y una avioneta a la sierras de Sinaloa, Durango y Chihuahua, llamadas el Triángulo Dorado.
El Chapo se fugó de esa principal prisión, en julio de 2015, por un túnel de 1,5 kilómetros, desde una bodega hasta la ducha de su celda.
Pero fue recapturado en enero de este año, tras escapar por las alcantarillas de una casa de seguridad de esa mafia en la ciudad de Los Mochis, Sinaloa —tomada por la Marina tras un sangriento enfrentamiento—, y en un auto robado hacia un hotel, donde finalmente fue arrestado, junto con su lugarteniente.