El prototipo, denominado 'SkinTrack', emplea un sistema que comprende una pulsera y un anillo que emite señales eléctricas. Cuando el dedo con el anillo entra en contacto con la piel, la pulsera detecta los impulsos eléctricos y transmite los datos al ‘smartwatch’, que puede así triangular la señal y entender los movimientos y gestos realizados por el usuario. En el vídeo se puede ver que el ‘SkinTrack’ podría incluso funcionar sobre la ropa.
“Uno de los mayores problemas con los 'smartwatch' y otras tecnologías portátiles es que las pantallas son muy pequeñas”, afirma Gierad Laput, uno de los investigadores del proyecto, según recoge la página web de la universidad.
El problema no es solo que el área de interacción sea mínima, sino que el dedo suele bloquear una gran parte de la pantalla durante el uso activo, destaca el investigador. Además, las posibilidades existentes de tales dispositivos son muy básicas: un par de botones, algunos movimientos predeterminados y ya está.
Por otro lado, las posibilidades del ‘SkinTrack’ son diversas: permite desplazarse por la pantalla, acercar o alejar elementos, dibujar letras o atajos rápidos y, por supuesto, controlar videojuegos, sin que importe el pequeño tamaño del reloj inteligente.
“Lo mejor acerca del 'SkinTrack' es que no es una tecnología 'invasiva': los anillos y relojes son cosas que la gente ya usa cada día”, concluye Yang Zhang, otro de los participantes del proyecto.