Al leerlas, uno imagina que "la crisis en Rusia está por llegar, y la caída de la administración del mandatario ruso, Vladímir Putin, está a punto de suceder", comentó el general mayor Van Hai Yuan, consejero en el Instituto de Estrategias Internacionales de China.
"Nada de eso es verdad. Son especulaciones o hasta difamaciones intencionales", afirmó el politólogo.
Primero, a pesar de la disminución del Producto Interno Bruto (PIB) ruso, la deuda del país ni siquiera alcanza un 30 por ciento de este indicador. Para ponerlo en contexto, la deuda de Alemania es del 145 por ciento de su PIB. El déficit presupuestario es solo de un 2,6 por ciento, es decir, el país está muy lejos de una crisis de pagos.
Además, la estrategia del Gobierno ruso logró desacelerar e incluso revertir la caída inicial en ciertos sectores. La población, aunque admite enfrentar ciertas dificultades, según las encuestas no ve la situación de una manera pesimista, recordando dos períodos recientes mucho más críticos que el actual —la crisis de 1998 y el inicio de los años noventa-, señaló el experto chino.
Segundo, Rusia es una de las potencias más "autárquicas" del mundo, que cuenta con recursos naturales, un considerable potencial científico y alto nivel de formación. Todo esto en conjunto revela las posibilidades del Gobierno para contrarrestar las tendencias negativas, opinó el politólogo.
La política estatal de sustituir las importaciones ha logrado ciertos avances, al aliviar las consecuencias de las sanciones y mejorar la tasa de cambio de la moneda nacional, el rublo. Además, los expertos del mercado petrolero coinciden en que los precios de este rubro ya llegaron a un punto mínimo, y un restablecimiento lento está por venir, destacó Van Hai Yuan.
"Los rusos no pasan hambre, no andan desnudos y no sufren de frío, al contrario de lo que pintan algunos medios", comentó el politólogo.
Tercero, la situación vigente ha llevado a Rusia ampliar las relaciones con China y otros países industriales. El nivel de comercio entre Rusia y Europa ha disminuido drásticamente, pero con otros países, se ha disparado, afirmó el experto.
A pesar de las complicaciones que enfrenta el país, los rusos no culpan a la administración actual. Mientras que Occidente sigue demonizando al presidente Putin, la mayoría de los rusos lo consideran un defensor de sus intereses, opinó el analista.
"Occidente busca aprovecharse de las dificultades de Rusia para incitar una ‘revolución de colores' en el país, pero el Gobierno actual es capaz de mantener el control", consideró el experto.
De esta manera, "las teorías del desplome ruso" son invenciones de los políticos y medios de Occidente. La postura de los chinos hacia Rusia debe fundamentarse en hechos sólidos y ser objetiva.
"Repetir las alarmas difundidas por los que no conocen la situación o, peor aún, los que buscan desinformar a la gente, no llevará a nada bueno ni a las relaciones ruso-chinos, ni a la misma China", concluyó el mayor general.