En la localidad de Borlänge, en Suecia, durante las manifestaciones del Primero de Mayo tuvo lugar una marcha nacionalista que congregó a unos 300 participantes del Movimiento de Resistencia Nórdico (NRM) —un grupo antiinmigración con una ideología de extrema derecha—.
Al ver al grupo de neonazis, una activista, quien participó en una marcha contra el racismo ese mismo día, se plantó cara a cara ante los líderes de la manifestación, con un puño levantado.
María-Teresa Tess Asplund es el nombre de la mujer que llevó a cabo el valiente gesto. Nacida en Cali, Colombia, a los 7 meses de edad fue adoptada por una pareja sueca, según reconoció en un entrevista otorgada a BBC Mundo.
Whoah! Tess Asplund, in a spontaneous lone protest against 300 far-right activists in Sweden. pic.twitter.com/YJGzTO6vBd
— Tim Brannigan (@tim_brannigan) 4 мая 2016 г.
"Ha sido un impulso. Estaba tan enfadada al verlos caminar, sentí que no debían estar allí por lo que salí a la calle", comentó la mujer, sorprendida por la fama que ha ganado su acción.
El momento de coraje fue captado por el fotógrafo David Lagerlöf, y pronto se difundió por las redes sociales. Se ha convertido en una foto icónica en la historia contemporánea de Suecia.
Asimismo, se compara con otra foto famosa, tomada por el fotógrafo Hans Runesson en 1985, que muestra como una mujer mayor de edad golpea con su bolsa a un activista del partido neonazi Nordic Reich.
A juicio de Asplund los nacionalistas radicales no deben tener la oportunidad de organizar marchas y promover sus ideas.
Los movimientos antiinmigración van ganando popularidad en Suecia. La actividad mediática de los grupos de extrema derecha se ha duplicado a lo largo de los últimos tres años, según la agencia Reuters. El Movimiento de Resistencia Nórdico está registrado como un partido político y su objetivo principal es establecer un gobierno nórdico nacional-socialista, tras una lucha que pudiera requerir de un "baño de sangre".
No obstante, la marcha estaba autorizada por las autoridades suecas. Los representantes de la Policía del país comentaron que su Constitución garantiza el derecho de palabra a cada partido, cualquiera que sea su ideología.