El cónclave tiene un carácter excepcional ya que es el primero desde 1980, en tiempos aún del abuelo del actual líder y fundador del país, Kim Il-sung.
Está previsto que el congreso sea inaugurado con un discurso del líder en el que defenderá su política conocida como byeongjin y que consiste en el desarrollo del programa armamentista y las reformas para insuflar algo de aire a una economía estrangulada por el gasto militar y las sanciones internacionales.
Se espera también una renovación en los puestos de responsabilidad del Partido de los Trabajadores de Corea con más integrantes del núcleo duro del líder, que ha jubilado o purgado al equipo que le había dejado su padre antes de morir.
Los movimientos en la cúpula han sido constantes desde la subida al poder de Kim, quien según Seúl ha instalado un régimen del terror para asegurar la fidelidad de las filas.
El tío del líder actual y antiguo tutor fue ejecutado en 2013 tras ser condenado por actos de traición y muchos altos funcionarios desplazados al extranjero temen el regreso por el riesgo a las purgas.
Los expertos consideran probable que la hermana menor de Kim, que estudió con él en un colegio de Suiza, sea ascendida a ministra.
Corea del Norte ha lanzado dos misiles de medio alcance en las dos últimas semanas que, según Seúl y Washington, acabaron en fracaso.
Corea del Sur ha advertido de que Pyongyang estaría preparando su quinto ensayo nuclear u otro lanzamiento de misil durante el congreso.
Tema: Tensiones entre las dos Coreas
El cónclave llega después de "Campaña de 70 días de lealtad" durante la cual la población ha sido obligada a trabajar con celeridad para terminar todos los preparativos e incluso forzada a donar dinero al partido.
Pyongyang ha prohibido incluso la celebración de bodas y otros eventos durante los días que dure el congreso para que nada distraiga la atención de los norcoreanos.