"Los dos países son competidores históricos, estas disputas de influencia y control sobre el mundo árabe y la región del Mar Negro pueden ser encontradas en la época del imperio otomano y el imperio de los zares", señaló Sánchez, integrante del Observatorio de Rusia del Centro Argentino de Estudios Internacionales (CAEI).
"Son aspiraciones neootomanas que consisten en extender su influencia y asimilar nuevos territorios", dijo Lavrov.
Para Sánchez, las referencias del canciller a las "aspiraciones neootomanas" de Ankara, son "un mensaje directo" a los gobiernos de la región de que Turquía "se está comportando como el imperio otomano".
Es "una advertencia muy directa con raíces históricas", añadió el analista argentino, especialista en Paz Internacional y Resolución de Conflictos por la American University.
Respecto de la presencia militar rusa y turca en la región, Sánchez observó que se debe al desarrollo del grupo terrorista Daesh (autodenominado Estado Islámico y proscrito en Rusia y otros países).
Lavrov señaló que Turquía ha violado unas 1.800 veces el espacio aéreo de Grecia sin que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) haya recriminado estas infracciones.
"La OTAN se mantiene neutral porque ve estas tensiones como un problema binacional entre sus dos países miembros", dijo Sánchez.
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El experto precisó además que esas violaciones se llevan a cabo en un espacio reducido que Turquía se niega a reconocer como parte del país heleno.
Siria y Arabia Saudí
Lavrov comentó asimismo a esta agencia que la presencia aérea en Siria busca evitar provocaciones de Turquía o de Arabia Saudí.
"No creo que alguien se atreva a emprender juegos peligrosos o perpetrar provocación alguna, dada la presencia allí de las fuerzas aeroespaciales de Rusia", dijo el canciller.
"El problema es el Gobierno de Bashar Asad para países como Turquía, Arabia Saudí y Estados Unidos, que además de deshacerse de Daesh también quieren que el presidente sirio salga del poder", una situación que Moscú no avala porque Asad es su principal aliado en la región, agregó Sánchez.
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Sin embargo, en la entrevista con Sputnik, el canciller ruso negó que el presidente sirio sea un aliado de Moscú.
"Asad no es nuestro aliado; lo apoyamos en la lucha contra el terrorismo y para preservar la integridad del Estado sirio, pero no es un aliado en el sentido en el que Turquía lo es para EEUU", dijo el ministro ruso.