"Entre enero y marzo la compañía obtuvo un beneficio neto de 434 millones de euros", señala el comunicado.
El principal motivo de esta caída es el descenso del barril de petróleo, aunque esta bajada también es consecuencia de la comparación con el primer trimestre de 2015, cuando Repsol obtuvo unos resultados financieros excepcionales, de unos 500 millones de euros, por "la posición en dólares que tenía la petrolera tras cobrar la expropiación de YPF" y cuyo importe se destinó posteriormente a la adquisición de la petrolera canadiense Talisman, según explica la compañía.
No obstante, la caída pudo haber sido mayor de no ser por la buena evolución del negocio químico y del refinado, que "amortiguó" en parte el desplome del crudo y del gas.
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Los datos son mejores de lo previsto por el mercado y el retroceso es menor que el de la mayoría de grandes petroleras, por lo que la bolsa española ha acogido bien estas cifras y la compañía marcan una tendencia alcista en los mercados este jueves.