"Las células durmientes en Trípoli entrañan un gran peligro para el futuro de Libia, porque en el caso de ser tomada, la ciudad será la primera capital en manos de Daesh", dijo.
Según Jibril, para luchar con eficacia contra los terroristas, Libia necesita un Ejército no muy numeroso pero bien armado y su propia Fuerza Aérea.
No obstante, el embargo de armas que pesa sobre el país complica la situación, lamentó.
El ex primer ministro indicó que Rusia podría cumplir una función positiva en la solución de los problemas libios.
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"Unas relaciones estratégicas con Rusia podrían aportar equilibrio y ofrecer alternativas a Libia", opinó.
Jibril fue primer ministro del Consejo Nacional de Transición durante la Guerra de Libia de 2011 y diputado del Parlamento tras las elecciones de 2012 por la Alianza de Fuerzas Nacionales.