El joven localizó un fallo en febrero y de inmediato avisó a la empresa. Para comprobar el error, fue creada una cuenta especial. Según los representantes de Facebook, el desperfecto fue aislado y enseguida el chico recibió su recompensa.
Cabe destacar, que Jani no cuenta con la edad mínima necesaria para utilizar el servicio de Instagram, ya que la misma que oscila entre los 14 y 16 años, dependiendo del país.
El joven de Helsinki confesó al periódico Italehti que planea gastar el dinero para comprar una nueva bicicleta, indumentaria de fútbol y ordenadores para sus hermanos.
Muchas empresas ofrecen alicientes financieros a los profesionales de seguridad, para que compartan los errores encontrados con la misma compañía, en vez de venderlos al mercado negro.