"Pido a la gente de nuestro país que elija al SNP por un tercer histórico mandato en el Gobierno y pido con gran humildad que me elijan a mí para ser Ministra principal y liderar a nuestro país en los próximos cinco años", proclamó Nicola Sturgeon en la clausura de la campaña.
La jefa del Gobierno autonómico es la política más popular de Escocia y líder de un partido que salvo un descalabro imposible retendrá por segunda vez la mayoría absoluta en el Parlamento de Holyrood, en el casco viejo de Edimburgo.
El SNP perdió el referéndum independentista en septiembre de 2014, pero desde entonces está recogiendo frutos y subiendo picos cada vez más elevados. Los afiliados ya superan los 116.000, según se informó días atrás.
Ambos dirigentes son los ingenieros, junto con el consejero en Finanzas, John Swinney, del dominio del SNP en la última década.
En 2007 el SNP ganó las elecciones con 47 de los 129 escaños en Holyrood y el 32,9 por ciento de votos.
Esa primera victoria limitó las opciones de Salmond, que optó por dirigir en minoría el tercer gobierno instituido desde la creación de la autonomía en el referendo de 1997.
La mayoría absoluta llegaría en 2011, con 69 parlamentarios autonómicos frente a 37 laboristas y 15 conservadores.
Los independentistas encabezan todos los sondeos de intención de voto, con un promedio entre el 47 por ciento a principios de 2016 el 44 por ciento este mes.
Las mismas encuestas sugieren que el liderazgo de Jeremy Corbyn no ha frenado el declive de los laboristas en Escocia.
El partido que dominó la política escocesa en el siglo XX se arriesga a verse relegado a tercera posición, por detrás de conservadores, según las proyecciones de voto.