Según los acuerdos preliminares, Pakistán debía pagar cerca de 270 millones de dólares por los cazas, mientras que el Pentágono debía desembolsar el resto.
El lunes, el Departamento de Estado anunció que esas condiciones de excepción eran ahora imposibles y que Pakistán debía aportar más de 700 millones de dólares para comprar los aviones.
Islamabad valora mucho la eficacia de los cazas norteamericanos, pero cuando llegue el fin de la operación antiterrorista, pueden ser reemplazados por las cazas JF-Thunder (Trueno) de fabricación conjunta entre China y Pakistán.
En febrero, se dio a conocer la aprobación de EEUU de la venta de 8 cazas a Pakistán. A finales de abril, el representante de EEUU por Afganistán y Pakistán, Richard Olson, anunció que las exportaciones de F-16 a Pakistán alentarán el fortalecimiento de seguridad en la región.