"América debe escribir las reglas. América debe mandar. Otros países deben seguir las reglas establecidas por América y nuestros socios (…). Eso es lo que podremos hacer con el TPP", escribió el líder estadounidense en un artículo en el diario The Washington Post.
En este contexto, criticó la llamada Asociación Regional Económica Integral, con 16 países miembros incluida China, que prevé la creación de una zona de libre comercio.
El presidente enumeró desventajas del dicho acuerdo ante el TPP afirmando que no prevendrá la competencia injusta de las empresas gubernamentales chinas, ni protegerá un internet libre y abierto, ni respetará derechos de la propiedad intelectual, tampoco elevará estándares de trabajadores y medio ambiente.
El acuerdo TPP, pactado el 5 de octubre de 2015, permitirá crear una zona de libre comercio en Asia-Pacífico, una región que acapara el 40% de la economía global y un tercio del comercio mundial.
Su 'acuerdo-gemelo' —Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP)— que EEUU negocia con la Unión Europea busca crear la mayor zona de libre comercio del planeta al incorporar un 60 por ciento de la producción económica global.
Las negociaciones están envueltas en el secretismo, lo que ha generado acusaciones de que sirve a los intereses de las corporaciones multinacionales en detrimento de los Estados soberanos, los consumidores y las pequeñas y medianas empresas.