Uno de los detenidos, Douglas Geovanny Bustillo, es un teniente del Ejército hondureño retirado y coordinaba la seguridad de la empresa Desarrollos Energéticos Sociedad Anónima (DESA), responsable del proyecto hidroeléctrico Agua Zarca contra el que luchó Berta Cáceres para proteger el territorio de las comunidades ingídenas, publica El Heraldo.
Miembros del Copinh, el Consejo Coordinador de Pueblos Indígenas de Honduras que dirigía Berta Cáceres, ya habían denunciado por amenazas en varias ocasiones a Bustillo y Orellana, publica El Heraldo.
Berta Cáceres fue asesinada a balazos el 3 de marzo en el interior de su casa, pese a las medidas cautelares vigentes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), un mecanismo de protección que se aplica a personas vinculadas con comunidades indígenas, como era su caso.
Cáceres y Castro preparaban una reunión del Movimiento Mesoamericano contra el Modelo Extractivo Minero (M4), para proteger los ríos Blanco y Gualcarque, en una rica reserva de recursos naturales habitada por comunidades autóctonas hondureñas, blanco de un gran proyecto hidroeléctrico y minero.
En numerosas ocasiones, la reconocida activista había liderado manifestaciones en defensa del ambiente oponiéndose a la construcción de esos proyectos.