Tras una insólita campaña de publicidad, el centro atrajo a un inesperado número de aspirantes a mago.
Sin embargo, al mismo tiempo que echaba a andar el nuevo programa, el centro recibió una carta de la Dirección General de Universidades del gobierno, que estipulaba que “la denominación de título universitario tanto como el requisito de selectividad para cursarlo podrían inducir a la confusión”, y pedía al centro la retirada de una publicidad que podría ser engañosa.
“En la primera reunión nos dijeron que para una de las titulaciones pedían selectividad –la prueba de acceso al sistema universitario español–. Entendimos que era un título universitario, pero resulta que es falso. Me siento estafado”, dijo uno de los matriculados en Ilusionismo.
Además del programa de Ilusionismo, el RCU María Cristina ofrecía titulaciones en Quiropráctica y en el Programa Philippus, estudios que tampoco están homologados en España.