Según un reporte publicado por Reuters, los terroristas están buscando alternativas para su financiamiento, luego de perder diversos campos petrolíferos, que eran hasta ahora su principal fuente de ingresos. Esta es la razón para el resurgimiento de negocios tales como la venta de automóviles y el comercio de pescado, medios que ya eran usados en 2007 por Al Qaeda. Según los datos de Reuters, estos recursos abastecen mensualmente a Daesh de millones de dólares.
A pesar de esto, los terroristas cobran además impuestos por la posesión de tierras fértiles y aves caseras.
El reporte de Reuters se suma al informe de la consultora estadounidense IHS Inc., según el cual los ingresos mensuales de la organización terrorista han caído en un 30 por ciento en el último año.
"A mediados de 2015 los ingresos mensuales del EI —Estado Islámico— alcanzaban los 80 millones de dólares. A marzo de 2016 sus ganancias mensuales han caído hasta los 56 millones de dólares", constató Ludovico Carlino, analista de IHS.
Igualmente, el 26 de abril, Peter Gersten, Teniente General del ejército americano, declaró a Yahoo News que se puede ver una disminución en el número de combatientes extranjeros que luchan a favor del grupo yihadista. Según Gersten, la razón es que Daesh ya no tiene con qué pagarle a sus combatientes extranjeros. "Observamos una pérdida en su confianza, así como su inhabilidad para pagar y para luchar", concluyó Gersten.
Esto demuestra la difícil situación que atraviesa el autodenominado Estado Islámico luego de las derrotas que ha sufrido ante la avanzada del Ejército sirio.