"Es evidente que las conversaciones al respecto, ya sin mencionar las decisiones prácticas, si se ponen en marcha, no favorecerán el mantenimiento del mar Negro como una región de paz y buena vecindad, (…) ello mina seriamente la seguridad y la estabilidad en esta parte del continente y obliga a Rusia a tomar medidas adecuadas de respuesta para garantizar la propia seguridad", dijo.
La semana pasada, el subsecretario general de la OTAN, Alexander Vershbow, comentó en Sofía que la seguridad en el mar Negro requiere una "postura firme".
Por su parte, la embajada de Rusia ante la Alianza Atlántica, al comentar las declaraciones de Vershbow, señaló que la OTAN intenta crear una nueva línea de confrontación en esta zona.
El embajador ruso ante la Alianza, Alexandr Grushkó, recalcó que las potencias que no tienen salida al mar Negro no deben intentar aumentar su presencia militar en esa región.
En enero pasado, el Ministerio de Defensa de Rumanía propuso a la OTAN crear en el mar Negro una flotilla, compuesta de buques de la Marina estadounidense, alemana, italiana y turca.
Según la televisión rumana Digi24, la propuesta surgió a causa del aumento de la presencia rusa en esta región, en particular, tras la reunificación de la península de Crimea a Rusia en marzo de 2014.