“En el periodo de la acción industrial del 27 de abril de 2016, los datos disponibles indican que el 78 por ciento de los doctores junior con turno previsto de trabajo no se han presentado hoy en su puesto”, informó la doctora Anne Rainsberry, directora de incidentes nacionales en NHS England.
Esta última tanda de protestas, la quinta en 2016, se extendió por primera vez a los departamentos de urgencias, maternidad y cuidados intensivos.
Más de 100.000 citas y cerca de 13.000 intervenciones quirúrgicas fueron canceladas en Inglaterra como consecuencia de la nueva acción de los 55.000 médicos junior –graduados que se preparan en alguna especialización– afiliados a la Asociación Médica Británica (BMA, en sus siglas en inglés).
Sus puestos de trabajo fueron cubiertos por médicos jefes o enfermeras de alto rango y ningún centro se vio forzado a activar la alarma instando a los huelguistas a cruzar la línea de piquetes.
“No vamos a pretender que estos dos últimos días han sido los más fáciles pero el NHS ha continuado abierto para atender a los pacientes”, señaló la doctora Rainsberry.
La profesional reconoció que la disputa entre la BMA y el Gobierno conservador “está causando sin dudas presiones en un servicio que ya sufre crecientes demandas”.
“El servicio de salud ha afrontado (la huelga total) admirablemente gracias a la minuciosa planificación y los esfuerzos exhaustivos de otros empleados”, añadió la doctora Rainsberry.
La quinta sesión de huelgas ha concluido con ambas partes inmóviles en sus opuestas posiciones y sin atisbos de un acercamiento a corto plazo.
El ministro de Sanidad, Jeremy Hunt, aseguró horas atrás que el Gobierno no va a dejarse “chantajear” en la promesa electoral de ofrecer un NHS siete días a la semana.
El Ejecutivo tory aún no ha desvelado detalles ni ha destinado dinero extra a este último plan para la sanidad pública de Inglaterra (la materia está transferida a las autonomías de Escocia, Gales e Irlanda del Norte).
Por su parte, la MBA exige como precondición a la reapertura de negociaciones la retirada de dicha imposición.
“Nos perciben como los más débiles de los profesionales del NHS, estudiantes endeudados y sin ahorros, pero somos luchadores y estamos acostumbrados a pelear cada día en quirófanos y plantas de hospitales”, aseguró a Sputnik Novosti Rosemay Daly, médica a punto de licenciarse en estudios superiores de microbiología.
Es su segunda jornada de huelga y confía en que esta vez el “Gobierno esté dispuesto a negociar y dejar de causar tanto caos a la población”.
“El NHS es un monopolio y el Gobierno se aprovecha de la situación, pero se han equivocado batallando con nosotros porque ni somos débiles ni vamos a claudicar”, advierte la veterana médico junior y madre de cuatro hijos.