El portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, comentó al respecto que países miembros de la OTAN y la sede de la Alianza en Bruselas reiteraron en los últimos años que ven en Rusia una amenaza.
"Y no se limitan a las declaraciones, también observamos sus pasos para incrementar las capacidades militares y acercarlas a las fronteras de Rusia", apuntó el representante del Kremlin.
Para Rusia, el aumento del poderío militar de la OTAN, la expansión de sus misiones globales y de la actividad militar, la ampliación de la Alianza y el acercamiento de su infraestructura militar a las fronteras rusas representan una amenaza a la seguridad nacional.
Tras la reincorporación de Crimea a Rusia, la OTAN suspendió toda cooperación civil y militar con Moscú aunque al mismo tiempo decidió mantener abiertos los canales del diálogo político, la comunicación militar, así como continuar con la labor del Consejo OTAN-Rusia, que es un foro de consultas entre ambas partes.