Los exámenes, sin embargo, no pudieron llevarse a cabo en su totalidad, porque Zapata, quien llegó al laboratorio media hora más tarde acompañada del niño, se negó a realizarse la extracción de sangre porque no se hizo de forma simultánea.
Morales, quien no está casado, había reconocido en 2007 por la vía judicial al niño Fidel Ernesto como hijo de la relación que sostuvo con Zapata.
Pero la jueza Rada determinó que el hecho debía ratificarse mediante prueba genética.
Tras conocerse la relación de Morales con Zapata, el presidente apareció en conferencia de prensa el 5 de febrero para admitir que fruto de aquel vínculo había nacido un bebé que "lamentablemente falleció", según le informó su expareja.
Por esas razones Zapata se negó a tomarse la muestra, explicó el jurista.
En su opinión, la admisión de paternidad hecha por Morales en 2007 dejaría sin efecto la prueba de ADN cualquiera sea su resultado ya que transcurridos cinco años este proceso es irreversible e irrenunciable.
El niño, que tendría unos ocho años, no fue sometido al examen genético.