La defensa de Pérez Molina sostuvo que la declaración de Monzón "no es pertinente", ya que "fue uno de los directivos en la estructura que presuntamente firmó el contrato anómalo con la empresa TCQ", publicó el periódico La Hora.
Al ser "colaborador eficaz", Monzón podría recibir beneficios en su proceso judicial, dependiendo de la importancia de la información que aporte.
La del colaborador eficaz es una figura jurídica creada por la Justicia guatemalteca, mediante la cual aquellas personas involucradas en determinados delitos que brinden información a la fiscalía pueden ver reducidas sus condenas.
Varios delitos
El contrato firmado en abril de 2012 entre la filial de la firma española, TCQ, y la Empresa Portuaria Quetzal para la explotación por un plazo de 25 años prorrogables de un predio de 34 hectáreas donde se construiría la terminal, implicó sobornos por unos 30 millones de dólares, de los cuales Pérez Molina y Baldetti recibieron la mayor parte, señala la fiscalía.
La inversión estimada del proyecto era de 255 millones de dólares, y TCQ se comprometía a dotar al Puerto de Quetzal de nuevas capacidades tecnológicas y de seguridad.
Esta asociación, que incluyó a dirigentes sindicales y a un alto magistrado, cumplía la función de interferir en diversos actos dirigidos a la realización del proyecto, del que obtendría lucro, así como dirigir acciones para ocultar y blanquear los dineros del soborno, dice la fiscalía.
Baldetti y Pérez Molina renunciaron a sus cargos,, en mayo y septiembre de 2015, respectivamente, y están en prisión preventiva mientras se procesa el escándalo de defraudación aduanera conocido como La Línea.