La Corte Suprema de EEUU decidió el 20 de abril que unos 2.000 millones de dólares de los fondos iraníes congelados en territorio estadounidense se paguen a familiares de los marines muertos en el atentado de 1983 en Beirut y de las víctimas de otros ataques terroristas que Washington imputa a Teherán.
"El Gobierno se propone crear una comisión especial que estudiará, primero, cómo ha podido ocurrir; segundo, cómo se puede evitar casos así en el futuro; y, tercero, cómo podemos impedir el cumplimiento de esta resolución y recuperar nuestros activos", dijo Zarif, citado por el canal de televisión IRIB.
Para el canciller iraní, el tribunal estadounidense dictó "una resolución ilegítima" y políticamente motivada.
También el vicepresidente primero de Irán, Eshaq Yahanguiri, afirmó anteriormente que Teherán usará todos los medios legales para recuperar su dinero en poder del Gobierno de EEUU.
Un representante del Centro del Derecho Internacional anexo a la Presidencia iraní, Mohammad Jahrami, dijo que Teherán puede apelar a la justicia internacional para defender sus derechos.
"Se preparó a tales efectos una demanda que será presentada a un tribunal internacional", declaró el funcionario, citado por la web de la Presidencia.
Más de 1.000 estadounidenses reclaman compensaciones por el ataque del 23 de octubre de 1983 contra los cuarteles de Beirut, donde murieron unos 300 efectivos de la Fuerza Multinacional de Seguridad en el Líbano, entre ellos 241 marines estadounidenses y 58 militares franceses, así como seis civiles libaneses y dos kamikazes.
EEUU está convencido de que detrás del atentado se encontraba Irán al que incluyó en enero de 1984 en la lista de países que patrocinan el terrorismo.