"Globalmente, la depreciación de materias primas afectó negativamente a los exportadores, mientras que su efecto a corto plazo sobre los importadores de hidrocarburos resultó menos positivo de lo que se esperaba", dice el documento.
Además, "los conflictos geopolíticos, la crisis de refugiados así como el shock de la eventual salida del Reino Unido de la Unión Europea crean riesgos adicionales", y aunque sí se advierte el crecimiento económico global es demasiado lento.
El miércoles pasado, la directora del FMI, Christine Lagarde, llamó a los países exportadores de hidrocarburos a dar pasos urgentes para diversificar su economía e independizarse del petróleo, pues los precios seguirán deprimidos durante más tiempo de lo que se creía.
Dos días antes, el FMI redujo su pronóstico del crecimiento de los precios petroleros para el próximo bienio. En 2016 el precio medio será de 35 dólares por barril y en 2017, de 41 dólares, dice la edición de abril del informe Perspectivas de la economía mundial.
En octubre de 2015, el organismo pronosticó que el crudo alcanzaría 55 dólares el barril en 2017.